Las reliquias y los Tagdröl tienen una frecuencia alta y sutil, una frecuencia de amor.

Tagdröl es una palabra tibetana que significa sanación a través del contacto, a través de los sentidos.

Cuando ponemos, de una forma creativa y preciosa, estos “objetos sagrados” encima del cuerpo, estos tienen varios efectos. Por un lado, se disuelven las memorias de dolor. Vaciándolas del cuerpo y de la mente. Permitiéndote incluso, vaciar memorias que todavía no están activas. Por otro lado, las reliquias van abriendo el potencial, ayudando a que las cualidades innatas que hay en nosotros se manifiesten. Dicho de otra forma, van limpiando los propios canales de energía de nuestro cuerpo.

Mientras las reliquias van “trabajando” en el cuerpo, se “testa” la propia energía más sutil de la persona. Acompañándola a traer al consciente la información presente que pueda serle más útil, clara y sanadora para su proceso.

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