El tratamiento craneosacral consiste en aplicar una leve presión con las manos que pone en funcionamiento los procesos naturales de curación del cuerpo, permitiendo mantener el medio en el que funciona el sistema nervioso central (membranas meníngeas y huesos a las que estas se insertan, y el líquido cefaloraquídeo que rodea y protege el cerebro y la médula espinal incluyendo el cráneo y el sacro).

Su tratamiento mejora las capacidades inherentes de auto-sanación del cuerpo. Elimina las restricciones en los tejidos de las fascias del cuerpo. Mejora la función del sistema nervioso llevándote a profundos estados de relajación y expansión.

En muchas ocasiones se produce una liberación somatoemocional de un trauma que el cuerpo encapsula para defenderse en forma de quiste energético. El cuerpo manifiesta mediante dolor, tensión… el reflejo de aquellas cosas que no podemos gestionar con el consciente, es una forma de protección inherente al ser humano.

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